Mis alumnas son una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Y cada día doy gracias por poder seguir estando juntas.
Cuando estoy con ellas no me duele nada, me invade una energía superpoderosa y mi cabeza está sólo a nosotras y a nuestras clases. Este año tan tremendo que llevamos (año y medio ya), azuzado, además, por las movidas del covid, está provocando unos cambios tan grandes que, a veces, cuando la marea emocional baja, siento dudas, miedos y de todo.
Como todo ser humano.
Yo no soy mejor que nadie, ni más fuerte ni más sabia.
Soy normal. Súper normal.
Por eso a veces me cuesta levantar la cabeza para coger aire y me entran dudas y me duele el cuerpo y todo me parece injusto.
Justo en un día de esos que necesito que me abracen muy fuerte y me digan despacito al oído “lo estás haciendo bien” recibí este vídeo y el mensaje de todas mis alumnas (las que salen en el vídeo y las que no).
Y se me pasaron los dolores, las dudas y los miedos.
Hacía unos pocos días habíamos dado la última clase antes de tomar un pequeño descanso y desde entonces vuelvo a ver el vídeo una y otra vez y me da la vida. Porque sois y estáis absolutamente geniales.
Infinitas GRACIAS, Mambettes. Os adoro.