“Fui educada pensando que bailar era pecado” Esta declaración es una de las cosas que más me sorprendieron cuando empecé a buscar y recopilar información sobre Blaze Starr.
Y es algo que me hace sentirme muy identificada con ella.
Fannie Belle Fleming, Blaze Starr, nació el 10 de Abril de 1932 en el condado de Wayne (West Virginia) EEUU.
La bailarina exótica del pelo rojo supo jugar muy bien sus cartas, y en cada intervención en el escenario se reinventaba a sí misma para dar al público algo más que un simple “striptease”. Comenzó, allá por el año 1950, a actuar de forma estable en el Two O’Clock de Baltimore y rápidamente se hizo cabeza de cartel. Siguió actuando allí siempre hasta que acabó adquiriendo el local.
Utilizaba el humor en sus shows y una gran dosis de creatividad. “Nunca intenté ser sexy. Usaba un abrigo de visón (confeccionado por ella misma) y decía “Ufff, hace calor aquí”…” Blaze Starr no era sólo un cuerpo y una cara bonitos, era una chica lista.
Tal y como ella misma afirmaba: “No éramos prostitutas ni artistas de segunda. Yo tenía un show muy bien ingeniado en el que el sofá sobre el que bailaba prendía en llamas. El Burlesque es todo eso y más, no sólo striptease”
De una familia de 11 hermanos, el Burlesque le dio la oportunidad de salir de la pobreza, viajar y “ver cosas que las chicas del pueblo nunca verían”. Hizo una gran fortuna como artista de Burlesque a base de viajar y viajar y actuar a diario por todo el país.
Se codeó con ministros y gobernadores y, tal y como se cuenta en “Blaze” (“El Escándalo Blaze” en las carteleras de aquí) tuvo un romance con el gobernador de Louisiana Earl Long, que fue interpretado en la gran pantalla por Paul Newman. Lolita Davidovich encarnó a la mismísima Blaze, que fue asesora en el film y realizó un cameo, a cambio de una parte de las ganancias de la película.
Dedicada al Burlesque durante más de 30 años, en 1954 apareció en la revista Esquire, y en 1989 declaró a la revista People que se retiró del Burlesque porque éste se había vuelto obsceno. Los artistas habían empezado a desnudarse en el escenario “Yo no iba a hacer eso y no iba a dejar que mis chicas lo hicieran”. “Me gustó, pero todo tiene su estación” declaró a The Sun en 2010.
Blaze confeccionaba la mayoría de sus vestuarios “No tenía nada que hacer entre show y show, así que comencé a coser”.
Tras dejar los escenarios se dedicó a la gemología y a vender joyas que fabricaba ella misma.
En 2015, con 83 años y retirada de los escenarios desde 1983, falleció a causa de una enfermedad cardíaca. Cuentan que su perro, un callejero que había adoptado, falleció unas pocas horas despuiés.
La Starr fue una señora con un gran talento para el espectáculo. Era graciosa, amable, inteligente y muy trabajadora. Todo el mundo la quería y ayudó a muchas personas.
¡Viva la Blaze! ¡¡Viva!!
¡Viva la Starr! ¡¡Viva!!
Por Susie Mambo